La noche era tenue, los sentimientos claros y las reacciones inesperadas. Y es que como te lo había confesado, le tengo pánico al fracaso; Al escuchar – es mejor que dejemos así- lo único que pretendía entender era el trasfondo. No me sentía herido, traicionado y mucho menos triste. Lo que se me pasaba a mil por hora en mi cabeza era un simple “no soy lo que busca, no lleno sus expectativas”.
Su actitud se podía percibir fácilmente diferente, distante y hasta un poco “parca”. Pero aun así, en esos lapsos donde nos mirábamos a los ojos, sentía que había conexión. Esa misma que sentí el día que nos conocimos, donde actuamos netamente por lo carnal dejando a un lado lo racional, al parecer estaba equivocado y era el único que sentía esa energía que se transmitía entre los dos.
Hablaste claramente de tus sentimientos, los impedimentos que te hacían tomar esta decisión y yo solo preguntaba mas, pues en el momento no tenia claro muchas cosas. Hoy luego de varios días y encontrando al fin un momento para meditar y analizar todo, solo puedo decir que no estoy de acuerdo, no comparto tus “argumentos” pero aun así los respeto. Siempre he pensado que los opuestos se atraen y eres tan diferente a la mayoría de cosas que conozco que de verdad quería y quiero conocerte mas. No tengo ningún tipo de proyección contigo, pero me hubiese encantado sobrepasar los limites sin esperar algún grado de compromiso, solo vivir y disfrutar el flujo de los eventos que pasaran aunque la paciencia se me desbordara.
Para finalizar solo me resta decirte que no te puedo ofrecer mi amistad, pero quiero tengas presente que me gustaría tenerte en mi vida. ¡Sos grande! Y espero de alguna manera valores las diferencias y analices que podemos funcionar muy bien juntos. Vale aclarar que con esto no pretendo hacer sentir culpable, vulnerable o nada parecido, solo quiero que sepas que no creo en las casualidades y si nos cruzamos probablemente sea con un fin el cual por apresurarnos no nos dimos la oportunidad de conocer por simplemente querer concretar o cortar cosas que nadie pretendía. Aunque por mi personalidad no lo parezca también puedo ser un “ñoño” y puedo hablar de otros temas “interesantes”. Tan solo no se dio la oportunidad, seguiré de alguna manera buscando mis municiones de serotonina que muy bien sabes para que sirven.
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